Vida de sombrero es un homenaje íntimo a las raíces, a la herencia vivida desde la sencillez y la dignidad de quienes nos precedieron. Este dibujo, realizado íntegramente en grafito con un tratamiento altamente pictórico, fue mi primera creación a lápiz y nace de la necesidad de preservar historias que rara vez quedan escritas. Inspirado en los relatos orales de nuestros abuelos, la obra es testimonio gráfico de una memoria viva que se transmite con palabras, gestos, miradas y silencios. La figura central, una mujer mayor con sombrero, carga en su rostro la dulzura y fortaleza de generaciones que han construido identidad desde el esfuerzo cotidiano.

Bajo su rostro, un sistema de raíces conecta simbólicamente el maíz —alimento sagrado— con la montaña y la mano que ofrece. Es una composición que habla de origen, trabajo, tierra y sabiduría ancestral. No hay artificio: hay respeto. Su sonrisa, compartida y cálida, no es solo suya: también es mía, porque en sus arrugas vive parte de mi historia. Esta obra es un intento por inmortalizar lo que se desvanece, por conservar lo que aún late en nuestras raíces. Porque perder la memoria es perder el alma.

52 x 70 cm (20.47 × 27.56 in)

Grafito / Cartulina
2018