Pasión de lamentos

Pasión de lamentos es una obra que nace desde el abismo personal. No desde el trazo, sino desde el vacío. Lo que aquí se representa no es una imagen decorativa, es una vivencia suspendida en grafito, una emoción que tomó forma mientras el silencio interno hablaba más fuerte que todo. Una mano cerrada, firme, sostiene la caída de todo aquello que se disuelve: raíces, recuerdos, tierra, identidad. Frente a ella, un corazón orgánico, denso, hecho no solo de arterias sino de cuerpos, pechos, ojos y grietas. Es el cuerpo emocional del pasado, lo que pesa sin forma clara. Lo que aún duele.

Mientras lo dibujaba, la soledad se hacía presente. No la soledad tranquila, sino esa que punza con memoria. Recordé una historia real, decorada de lágrimas: “Aún mi pesar sigue su camino, no sé cuándo comencé a perder a los demás…”. Con cada línea reafirmé que somos humanos no por lo que contenemos, sino por lo que perdemos. Este dibujo es una carta no enviada, una confesión entre símbolos: un sombrero que flota como abandono, una figura que se descompone entre agua y tierra, un dolor que aún respira.


70 × 50 cm (27.56 × 19.69 in)

Grafito / Cartulina
2018

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